
Prendo el PC y me siento, abro winamp y pongo lo primero que encuentro: Come out swinging, The Offsprings. Igual la llevan estos pelotudos, la canción como que me da energía después de un día tan agotador.
Es jueves y el miércoles en la noche cuando supe que no iba al colegio porque me tenia que ir ha hacer exámenes no me imagine que era mejor ir al colegio. No todo lo del día fue malo, pero igual apestó.
Me tuve que levantar a las 9 de la mañana en punto, me duche y me afeite las pelusas que me salen de bigote, las patillas y los pelos del cuello, que aunque ni se ven me molestan, son como mi trauma depresivo, onda, si me corto no importa, me mato y paso a mejor vida, la gente va a mi funeral y lloran por mi….XD
Me subo a la micro y justo hay dos asientos vacíos, uno para mí-el de la ventana- y el del pasillo para una minita que se subió a las 2 cuadras que me subí. Antes de que subiera la quede mirando onda en plan de Galán barato de micro, y ya arriba se acomodó la falda (andaba con una falda y una polera piqué de uniforme) y se sentó al lado mío, la miré de reojo y ella también, después se hizo la tonta y sacó un libro-La Metamorfosis de Kafka- y se puso unos lentes que le venían, le daban un aire intelectual y con un mechón de pelo que le caía por encima del marco izquierdo se puso a jugar. La mina no era cartucha, eso lo decía el libro que leía,-La historia de un hueon que como se aburre de la rutina se transforma en cucaracha para ser “diferente”-ese libro me decía “no le hago asco a nada”, me paso rollos de lo que sería capaz de hacer en una isla remota y desierta…distorsión total. Vuelvo mi atención a el mundo real de la micro y saco también un libro para no quedar de inculto. Estoy leyendo un libro de un hueón depresivo que odia al mundo, a su entorno y a la puta que lo parió,-que por cierto la mamá del tipo este era puta en verdad-escondo el título, (que no voy a escribir por evitarle trauma al autor) y paso las hojas un tanto rápido para que me crea acostumbrado a la lectura. Ya nada es como antes. Antaño uno veía una mina rica y con un copete caro, cigarros y Yumbina (cuando de hacía difícil), se compraba una noche entera de Orgasmos. Pero ahora no. Ahora se tiene uno que hacer el intelectual, tomar champagne o wisky de 30 años y hablar de lo astuto que fue el presidente Uribe al descartar la vigencia anual del ALCA y ni siquiera le alcanza a uno para terminar pajeandose con condón en un baño público de restaurante(XD!).
Al final me bajo sin haber cruzado una palabra con la mina. Loser al máximo pero así es la vida, y además no he caído tan bajo para galanear en la micro,-todavía- seguro la mina tenía ladilla o alguna ETS.
Me bajé a unas dos cuadras del querido Metro, en la alameda y bajo. En la escalera una gitanas tratan de abusar de mí y me arranco gracias a un guardia caliente que como vio que las gitanas me pescaban más que a el, se puso celoso y me “rescato”. Viejo verde.
El metro es lo de siempre: Monos entrando y saliendo, obedeciendo al pito que con su beep prolongado dice “entra o muere electrocutado bajo las ruedas del progresista metro de santiago”. Llego a recoleta y me bajo.
Camino como dos cuadras y llego a la clínica. Desde el momento que compro el bono me empecé a sentir raro. No se, me llego el presentimiento de que algo raro iba a pasar. Mi otro yo traspasó las barreras trascendentales de las dimensiones intergalácticas y me mandó este presentimiento. Y efectivamente cuando una voz de mina de informaciones de aeropuerto dice por los altavoces “Pablo Reyes a ecografías”esa sensación de ser el centro del universo me llena. Cuando a uno lo llaman por altavoces todos se dan vuelta para mirar a quien llamaron.
Entro en un pasillo que a la entrada esta en reparaciones y tiene aspecto de película gore clase B. Sigo caminando y llego a una parte del pasillo con gente caminando y de mejor aspecto. Me paro y empiezo a buscar el letrero que diga “ecografías” pero no lo encuentro entonces me acerco a un médico y le pregunto donde queda ecografías me mira y se le sale una sonrisa un tanto cómplice, como si yo no viera lo mismo que el. Cuando el doctor raro me va a contestar a un costado del pasillo me llaman, y la voz es de mina joven. Me doy vuelta y ahí al frente mío cara a cara encuentro a una verdadera enfermera de porno alemana. Me mira con una sonrisa media distorsionada, que me dice claramente “me jalé 3 líneas y si no te apuras abuso de ti”. Obedecí altiro a su mirada y la seguí, me pidió la orden y su mano rozó la mía, me dio la corriente y la mina me dijo: Uy que eléctrico tu. No había dudas, era actriz de porno en sus horas libres. En eso me sentó en una camilla y me pidió que me sacara la polera, después me puso gel en el cuello (porque el examen era una ecografía a la tiroides) y me empezó a sobajear el pecho y el cuello. Era como estar en una película fetichista, de esas donde aparecen enfermeras blondas como esta y que hacen cosas raras con la maquinaria médica.
Salí más que con ganas… No, no cabían dudas: O trabajaba de pornostar o hacia “masajes” en los saunas.
Ahora suena en Winamp Bad Habit de The Offspring. Y mi hermana canta en la ducha. Si me voy al infierno yo cacho que demás tiene el disco de mi Hermana cantando en la ducha.
Bad Habit me suena a música de Pito, de carrete distorsión.
Me acuerdo que un viernes que estaba súper aburrido me llamo (menos mal) el Cana-Mi “mejor amigo”- y me invito a un carrete en una casa de la pintana. Íbamos en la camioneta de una amiga y sonaba Bad Habit, un loco que nunca había visto en mi vida dijo que valía callampa la canción y le dije que lo chupara, el hueón se río y todo en paz. Llegamos y el carrete no estaba muy movido pero en eso se me acerca mi amigo Manuel Recabarren- que de cuico tiene el puro nombre y el auto- y me ofrece unos lindos pitos gratis. Caminamos al fondo de la parcela y nos acuartelamos detrás de unos matorrales. Con el rato me di cuenta que el olor atraía a los barzas como mierda a las moscas así que le dije al Recabarren que sacara todos los pitos que tenía y que cobráramos 300 pesos por fumada, el Recabarren agarró y salió negocio redondo. Estábamos de lo mejor terminando el último pito cuando a una mina le agarraron de la nada una teta y se le callo el pito que estaba bien grande-como un habano cubano muy generoso- en eso una voz en la oscuridad dijo “o lo encontramos o cagamos, el papá de la dueña de casa es detective” Instantáneamente todos saltaron y prendieron antorchas en busca del pito perdido. Estuvimos toda la noche hasta el amanecer y no lo encontramos. La anécdota quedó de leyenda Urbana. Un día de estos un cabro chico de mi colegio le estaba contando la talla a un amigo como si le hubiera pasado a él. Que triste su vida. Se termina la música en Winamp y como todos duermen y mañana es colegio, lo mejor será ir a terminar la cajetilla de cigarros del fin de semana al patio.


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