
Se acerca el 18 de septiembre y el sentido patrio empieza a aflorar por todas partes...mirando las vitrinas del sector céntrico de santiago ví una bandera y como de la nada se me hizo el flash en la mente: hice un ensayo que no había subido...y aquí va:
Nací en Santiago de Chile. Una gran ciudad de un país subdesarrollado con complejo de desarrollo. Un país donde, hoy en día, si uno enciende la televisión, ve como los analistas económicos de los noticiarios dicen, con una suerte de amor a la patria y orgullo en la voz, que Chile es un país en vías de desarrollo y luego con los ojos brillantes sacan a relucir un gráfico que demuestra que Chile aumentó en un 2% las ganancias del año anterior y que proyectando esto a 10 años más, este 2% sería un 16% total y que si le sumamos aquí y si le restamos allá obtenemos otro porcentaje, que si se da vuelta y se divide por el valor de la deuda externa da como resultado un país desarrollado, así como Estados Unidos y las naciones europeas.
Al chileno estándar se le dibujaban nubes y un paisaje feliz sobre las flores y las mariposas a la sola mención de Europa o Estados Unidos. Pero algo empezó a pasar los últimos años. Una suerte de moda “rebelde” que promueve el odio a los Estados Unidos: Estados unidos abusa, Estados Unidos es un imperio, Estados Unidos maneja Sudamérica a su antojo, Estados unidos es el mal. Todas estas verdades, sabidas hace mucho, pero que al no ser gritadas por el vecino, a nadie molestaban. Y como siempre en chile, bastó que un grupo de norteamericanos descontentos nos gritaran estas verdades para que las creyéramos. “Oh, yo odio a Norteamérica, ellos nos usan”. Al gorila chileno le hicieron falta 100 años para comprender su situación frente al mundo. No fue capaz de escuchar al vecino rechazado que le decía todo esto una y otra vez. Y de improviso, estos individuos rechazados son alzados a su gloria y todos escuchan lo que dicen, pero ocurrió que en su rechazo, a estos “sabios hombres” se les deformó el criterio y las nuevas cosas que tienen que decir resultan ser solo estupideces. Por consiguiente Chile vuelve a ser la mascota de las superpotencias y hará falta que otros norteamericanos o europeos se descontenten con las autoridades para que nos vengan a contar la misma historia, pero con otra forma.
Hoy en día es necesario revisar el mapa para saber si se está en Santiago. Se echa de menos a los fumadores compulsivos y a los cesantes que estaban sentados en las bancas del paseo Ahumada, ahora no están, encontraron trabajo y los remplazan un montón de jubilados que le dan comida a las palomas mientras los gringos que vienen a seminarios de negocios hablan por celular.
En cada esquina de la ciudad de Santiago hay tipos de rojo que se hacen llamar con orgullo “Guardias Municipales” y que espantan a los delincuentes. Son algo así como espantapájaros. Pero no pasará mucho tiempo hasta que los pájaros le empiecen a pagar al espantador para que no los estorbe. Así es como funciona Chile, eso es lo único que sobrevive de nuestro subdesarrollo. Porque Chile no es un país subdesarrollado, no señor, es un país en vías de desarrollo. Chile es lo mejor. Chile crece, Chile hace negocios con Europa, ahora Chile es más que un lugar turístico. Chile quiere ser como Estados unidos. Quiere tener mucho dinero, y quiere dárselo a los privilegiados, y mientras más dinero genere, más llenos estarán los bolsillos de los empresarios, y así, quienes tienen dinero abusan de los pobres, y como un buen país pseudo desarrollado continuaremos el círculo vicioso. Después de todo, ningún norteamericano nos ha hablado de la dignidad.


1 comentario:
hola enano toy en el lab de compu en la haciendo hora pa almorzar nome acirdaba de este escrito ta weno oye toy aburriaaaa pero filo ojala te sientasmejor de tu refrio alergia platano oriental y demases lo q s yo toy enferma de congestionada y sin poder tomar licencia en fin eso
saludos chausss
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