martes, agosto 30, 2005

Santiago.Cambia//2004


Me cuesta cerrar la puerta porque esta mala, cuando la cierro me voy a santiago.
Ya iba tiempo de que no escribía, y era que no tenía ideas. No se por que, pero verle la cara de maniática a la gente me entretiene, me llena de ideas y de ganas de escribir; me inspira andar en metro, ir al portal lyon, al euro, a los dos caracoles, a caminar por las calles clandestinas que parecen sacadas de Francia o Alemania. Todo eso es lo que me inspira. Ya hacia harto tiempo que no me aparecía por allá, todo porque me estaba volviendo avaro, en ves de ir a santiago, guardaba las monedas y después las botaba en cigarros.
Pero ya no; ahora gaste como 400 pesos en la micro y me voy mirando todo por la ventana. A la gente que compra flores, a las señoras que miran por las ventanas de sus casas lo que pasa a su alrededor, a los autos que están afuera del motel por si reconozco el de mi papá. Que cosas no haría si viera su auto estacionado ahí, esperando al lado de los otros autos de viejos verdes. Le sacaría plata como loco, lo tendría de esclavo y sería el que me taparía todas las cosas malas que hago pero en fin, no esta ahí.
Me bajo cerca de San Diego y me voy caminando al euro. El primer cambio que noto es que el euro ya no es clandesta, ya no es underground y me doy cuenta de que los punkies bakanes ya no existen y que los remplazaron unos cabros chicos con poleras de mxpx y millencollin, y también hay mamás que miran con cara de novedad las nuevas y escandalosas vestiduras de sus retoños. Mejor no entro, camino por el paseo ahumada y me doy cuenta de que está mas lleno de gente y que por todas partes hay gringos que vienen a seminarios de negocios y músicos que tocan para ganar plata. Me doy cuenta también de que los oficinistas con cara de neuróticos ya no existen, hay baños subterráneos y la gente camina en una especie de desorden ordenado. No se que le pasa a santiago, ¿fue el TLC con EE.UU.? ¿Fue el conflicto chile Bolivia? ¿Qué pasa? ¿Acaso se aprobó una ley que les sube el sueldo a todos los engendros? Hecho de menos a los fumadores compulsivos y al montón de cesantes que estaban sentados en las bancas del paseo ahumada, ahora no están, encontraron trabajo y los remplazan un montón de jubilados que le dan comida a las palomas .
En cada esquina hay power rangers de rojo que se hacen llamar guardias municipales, si hasta a los delincuentes extraño.
No me doy cuenta y estoy ya en la plaza que hay en frente de la moneda y me horrorizo, no hay manifestaciones de ningún tipo, no las hay y en su lugar hay una exposición de fotografías con paisajes felices y gente riéndose.
Tengo 16 años y ya me había acostumbrado al “subdesarrollo” en que estaba santiago, me gustaba ese desequilibrio social que había hasta hace poco. Con el desarrollo nadie piensa, la gente solo se limitan a ser parte del sistema, de contribuir con lo que debe y nada mas.
Me aburro, me compro una chapita de un grupo para tratar de ser parte de la nueva fauna de santiago. Me subo al metro; bueno, bajo al metro y me subo al bagón. Y arriba algo extraño comienzo a notar, son voces y risas. Hace solo dos meses era crimen hacer ruido en el metro, era como estar en un hospital, pero ya no. El templo del silencio y de las caras maniáticas ya no existe. Ahora el metro es una micro subterránea, el metro ya no me va a inspirar más, ya no me va a dar más tema de cuento.
Me bajo rápido arrancando del infierno de la gente feliz, de las personas sonrientes que reprimen su estrés. Y así llego a “lindolandia”, llego al portal lyon y a los ríos de gente linda de revista Elle. No es de traumado pero aquí siempre me siento ajeno, me siento mas ajeno que en “happy santiago”. Igual no le doy importancia y entro a un negocio para comprarme una polera, lo hago y salgo. Después camino por todas partes y llego a una plaza llena de árboles con 3 bancas, poca gente alrededor y pájaros cantando, me siento y me fumo un cigarro. Lo único familiar aquí y en todas partes es el smog al que día a día contribuimos y que nunca se va a acabar. Es lo único malo que queda. Santiago ya no es el mismo, los taxistas hablan inglés, los ciber-cafés son baratos y un sentimiento general de optimismo flota en el aire junto al smog.
Hace ya un año que se cumplió el NO a la guerra de Irak y hoy mismo se cumple un mes del SI a la incursión armada a Haití. Estos dos hechos me terminan por demostrar que el carácter inquisitivo del chileno se aburrió de preguntar por qué, el chileno se hizo un adulto que solo hace lo que le dicen, el chileno “maduró”
Y ya me estoy parando y un viejito muy sabio me mira un rato y me dice: ¿Está cambiado santiago?

By Imhirion>30+Marzo+2004

1 comentario:

Anónimo dijo...

wena kooooOO!!!...ud sabe q me encantan susu cuentos...mne cague la risa con el de campamento...bueno lo habia leido hace time...jjoojoj...weno s eme cuida....tqro wn!!